TEXTOS ELECTRÓNICOS / ELECTRONIC TEXTS |
OBRAS COMPLETAS de Miguel de Cervantes. Ediciones publicadas por Rudolph Schevill y Adolfo Bonilla. Madrid: Gráficas Reunidas, 1914-1944 |
NOVELAS EJEMPLARES/Tomo II/El Zeloso estremeño |
No ha muchos años que de vn lugar de Es- | |
tremadura salio vn hidalgo nacido de padres | |
nobles, el qual, como vn otro prodigo, por di- | |
uersas partes de España, Italia y Flandes an- | |
duuo gastando, assi los años, como la hazienda, | 5 |
y al fin de muchas peregrinaciones, muertos | |
ya sus padres y gastado su patrimonio, vino a | |
parar a la gran ciudad de Seuilla, donde halló | |
ocasion muy bastante para acabar de consumir | |
lo poco que le quedaua. Viendose, pues, tan | 10 |
falto de dineros y aun no con muchos amigos, | |
se acogio al remedio a que otros muchos per- | |
didos en aquella ciudad se acogen, que es el | |
passarse a las Indias, refugio y amparo de los | |
desesperados de España, yglesia de los alça- | 15 |
dos, saluoconduto de los homicidas, pala y | |
cubierta de los jugadores, a quien llaman cier- | |
tos los peritos en el arte, añagaza general de | |
mugeres libres, engaño comun de muchos y re- | |
medio particular de pocos. | 20 |
En fin, llegado el tiempo en que vna flota se | |
partia para Tierrafirme, acomodandose con | |
el almirante della, aderezó su matalotage y su | |
mortaja de esparto, y embarcandose en Cadiz, |
P.2NOVELAS EXEMPLARES
echando la bendicion a España, çarpó la flota, | |
y con general alegria dieron las velas al viento, | |
que blando y prospero soplaua, el qual en pocas | |
horas les encubrio la tierra y les descubrio las | |
anchas y espaciosas llanuras del gran padre de | 5 |
las aguas, el mar Occeano. | |
Yua nuestro passagero pensatiuo, reboluien- | |
do en su memoria los muchos y diuersos peli- | |
gros que en los años de su peregrinacion auia | |
passado, y el mal gouierno que en todo el dis- | 10 |
curso de su vida auia tenido, y sacaua de la | |
cuenta que a si mismo se yua tomando, vna | |
firme resolucion de mudar manera de vida y | |
de tener otro estilo en guardar la hazienda que | |
Dios fuesse seruido de darle, y de proceder con | 15 |
mas recato que hasta alli con las mugeres. | |
La flota estaua como en calma, quando pas- | |
saua consigo esta tormenta Felipo de Carri- | |
zales, que este es el nombre del que ha dado | |
materia a nuestra nouela. Tornó a soplar el | 20 |
viento, impeliendo con tanta fuerça los nauios, | |
que no dexó a nadie en sus assientos, y assi le | |
fue forçoso a Carrizales dexar sus imaginacio- | |
nes y dexarse lleuar de solos los cuydados que | |
el viage le ofrecia, el qual viage fue tan pros- | 25 |
pero, que, sin recebir algun reues ni contraste, | |
llegaron al puerto de Cartagena. Y por con- | |
cluyr con todo lo que no haze a nuestro propo- | |
sito, digo que la edad que tenia Filipo quan- | |
P.3NOVELAS EXEMPLARES
do passó a las Indias, seria de quarenta y ocho | |
años, y en veynte que en ellas estuuo, ayudado | |
de su industria y diligencia, alcançó a tener mas | |
de ciento y cinquenta mil pesos ensayados. | |
Viendose, pues, rico y prospero, tocado del | 5 |
natural desseo que todos tienen de boluer a su | |
patria, pospuestos grandes interesses que se le | |
ofrecian, dexando el Piru, donde auia grangea- | |
do tanta hazienda, trayendola toda en barras | |
de oro y plata, y registrada, por quitar incon- | 10 |
uenientes, se boluio a España, desembarcó | |
en Sanlucar, llegó a Seuilla tan lleno de años | |
como de riquezas, sacó sus partidas sin çoço- | |
bras, buscó sus amigos, hallolos todos muertos, | |
quiso partirse a su tierra, aunque ya auia teni- | 15 |
do nueuas que ningun pariente le auia dexado | |
la muerte. Y si quando yua a Indias pobre y | |
menesteroso, le yuan combatiendo muchos pen- | |
samientos, sin dexarle sossegar vn punto en | |
mitad de las ondas del mar, no menos aora, en | 20 |
el sossiego de la tierra, le combatian, aunque | |
por diferente causa, que si entonces no dormia | |
por pobre, aora no podia sossegar de rico, que | |
tan pesada carga es la riqueza al que no esta | |
vsado de tenerla ni sabe vsar della, como lo es la | 25 |
pobreza al que continuo la tiene. Cuydados | |
acarrea el oro y cuydados la falta del; pero los | |
vnos se remedian con alcançar alguna mediana | |
cantidad, y los otros se aumentan mientras mas | |
parte se alcançan. | 30 |
P.4NOVELAS EXEMPLARES
Contemplaua Carrizales en sus barras, no por | |
miserable, porque, en algunos años que fue sol- | |
dado, aprendio a ser liberal, sino en lo que auia | |
de hazer dellas, a causa que tenerlas en ser, era | |
cosa infrutuosa, y tenerlas en casa, cebo para | 5 |
los codiciosos y despertador para los ladrones. | |
Auiase muerto en el la gana de boluer al in- | |
quieto trato de las mercancias, y pareciale que, | |
conforme a los años que tenia, le sobrauan | |
dineros para passar la vida, y quisiera passarla | 10 |
en su tierra y dar en ella su hazienda a tributo, | |
passando en ella los años de su vejez en quie- | |
tud y sossiego, dando a Dios lo que podia, pues | |
auia dado al mundo mas de lo que deuia. Por | |
otra parte, consideraua que la estrecheza de su | 15 |
patria era mucha, y la gente muy pobre, y que | |
el yrse a viuir a ella era ponerse por blanco de | |
todas las importunidades que los pobres suelen | |
dar al rico que tienen por vezino, y mas quan- | |
do no ay otro en el lugar a quien acudir con | 20 |
sus miserias. Quisiera tener a quien dexar sus | |
bienes despues de sus dias, y con este desseo | |
tomaua el pulso a su fortaleza, y pareciale que | |
aun podia lleuar la carga del matrimonio, y en | |
viniendole este pensamiento, le sobresaltaua vn | 25 |
tan gran miedo, que assi se le desbarataua y | |
deshazia, como haze a la niebla el viento, por- | |
que de su natural condicion era el mas zeloso | |
hombre del mundo, aun sin estar casado, pues | |
con solo la imaginacion de serlo, le comença- | 30 |
uan a ofender los zelos, a fatigar las sospechas | |
P.5NOVELAS EXEMPLARES
y a sobresaltar las imaginaciones, y esto con | |
tanta eficacia y vehemencia, que de todo en | |
todo propuso de no casarse. | |
Y estando resuelto en esto, y no lo estando | |
en lo que auia de hazer de su vida, quiso su | 5 |
suerte que, passando vn dia por vna calle, al | |
çasse los ojos y viesse a vna ventana puesta | |
vna donzella, al parecer de edad de treze a ca- | |
torze años, de tan agradable rostro y tan her- | |
mosa, que, sin ser poderoso para defender- | 10 |
se, el buen viejo Carrizales rindio la flaqueza | |
de sus muchos años a los pocos de Leonora. | |
que assi era el nombre de la hermosa donzella. | |
Y luego, sin mas detenerse, començo a hazer | |
vn gran monton de discursos, y, hablando con- | 15 |
sigo mismo, dezia: | |
"Esta muchacha es hermosa, y, a lo que | |
muestra la presencia desta casa, no deue de ser | |
rica; ella es niña, sus pocos años pueden asse- | |
gurar mis sospechas; casarme he con ella, en- | 20 |
cerrarela, y harela a mis mañas, y con esto no | |
tendra otra condicion que aquella que yo le en- | |
señare. Y no soy tan viejo que pueda perder la | |
esperança de tener hijos que me hereden. De | |
que tenga dote o no, no ay para que hazer caso, | 25 |
pues el cielo me dio para todos, y los ricos no | |
han de buscar en sus matrimonios hazienda, | |
sino gusto, que el gusto alarga la vida, y los | |
disgustos entre los casados la acortan. Alto | |
pues; echada esta la suerte, y esta es la que el | 30 |
cielo quiere que yo tenga." | |
P.6NOVELAS EXEMPLARES
Y assi hecho este soliloquio, no vna vez, sino | |
ciento, al cabo de algunos dias habló con los | |
padres de Leonora, y supo como, aunque po- | |
bres, eran nobles, y dandoles cuenta de su in- | |
tencion y de la calidad de su persona y hazien- | 5 |
da, les rogo le diessen por muger a su hija. Ellos | |
le pidieron tiempo para informarse de lo que | |
dezia, y que el tambien le tendria para enterar- | |
se ser verdad lo que de su nobleza le auian | |
dicho. Despidieronse, informaronse las partes, y | 10 |
hallaron ser ansi lo que entrambos dixeron, | |
y, finalmente, Leonora quedó por esposa de | |
Carrizales, auiendola dotado primero en veynte | |
mil ducados; tal estaua de abrasado el pecho | |
del zeloso viejo. El qual, apenas dio el si de es- | 15 |
poso, quando de golpe le embistio vn tropel de | |
rabiosos zelos, y començo sin causa alguna a | |
temblar y a tener mayores cuydados que jamas | |
auia tenido. Y la primera muestra que dio de | |
su condicion zelosa, fue no querer que sastre | 20 |
alguno tomasse la medida a su esposa de los | |
muchos vestidos que pensaua hazerle, y assi | |
anduuo mirando qual otra muger tendria poco | |
mas a menos el talle y cuerpo de Leonora, y | |
halló vna pobre, a cuya medida hizo hazer vna | 25 |
ropa, y prouandosela su esposa, halló que le | |
venia bien, y por aquella medida hizo los de- | |
mas vestidos, que fueron tantos y tan ricos, que | |
los padres de la desposada se tuuieron por mas | |
P.7NOVELAS EXEMPLARES
que dichosos en auer acertado con tan buen | |
yerno, para remedio suyo y de su hija. | |
La niña estaua assombrada de ver tantas ga- | |
las, a causa que, las que ella en su vida se auia | |
puesto, no passauan de vna saya de raja, y vna | 5 |
ropilla de tafetan. La segunda señal que dio Fi- | |
lipo fue no querer juntarse con su esposa, | |
hasta tenerla puesta casa aparte, la qual ade- | |
reçó en esta forma: compró vna en doze mil | |
ducados en vn barrrio principal de la ciudad, | 10 |
que tenia agua de pie y jardin con muchos na- | |
ranjos; cerro todas las ventanas que mirauan | |
a la calle, y dioles vista al cielo, y lo mismo | |
hizo de todas las otras de casa. En el portal de | |
la calle, que en Seuilla llaman casapuerta, hizo | 15 |
vna caualleriza para vna mula, y enzima della | |
vn pajar y apartamiento, donde estuuiesse el | |
que auia de curar della, que fue vn negro viejo | |
y eunuco; leuantó las paredes de las açuteas, | |
de tal manera, que, el que entraua en la casa, | 20 |
auia de mirar al cielo por linea recta, sin que pu- | |
diessen ver otra cosa. Hizo torno, que de la | |
casapuerta respondia al patio. Compró vn rico | |
menaje para adornar la casa, de modo que, por | |
tapizerias, estrados y doseles ricos, mostraua ser | 25 |
de vn gran señor. Compró assimismo quatro | |
esclauas blancas y herrolas en el rostro, y otras | |
negras bozales. Concertose con vn despen- | |
sero, que le truxesse y comprasse de comer, | |
con condicion que no durmiesse en casa, ni en- | 30 |
P.8NOVELAS EXEMPLARES
trasse en ella, sino hasta el torno, por el qual | |
auia de dar lo que truxesse. Hecho esto, dio | |
parte de su hazienda a censo, situada en diuer- | |
sas y buenas partes; otra puso en el vanco, y | |
quedose con alguna, para lo que se le ofrecies- | 5 |
se. Hizo assimismo llaue maestra para toda la | |
casa, y encerro en ella todo lo que suele com- | |
prarse en junto y en sus sazones, para la pro- | |
uision de todo el año; y teniendolo todo assi | |
aderezado y compuesto, se fue a casa de sus | 10 |
suegros y pidio a su muger, que se la entrega- | |
ron, no con pocas lagrimas, porque les parecio | |
que la lleuauan a la sepultura. | |
La tierna Leonora aun no sabia lo que la | |
auia acontecido, y assi, llorando con sus pa- | 15 |
dres, les pidio su bendicion, y, despidiendose | |
dellos, rodeada de sus esclauas y criadas, assi- | |
da de la mano de su marido, se vino a su casa, | |
y, en entrando en ella, les hizo Carrizales vn ser- | |
mon a todas, encargandoles la guarda de Leo- | 20 |
nora, y que por ninguna via, ni en ningun modo, | |
dexassen entrar a nadie de la segunda puerta | |
adentro, aunque fuesse al negro eunuco. Y a | |
quien mas encargó la guarda y regalo de Leo- | |
nora, fue a vna dueña de mucha prudencia y | 25 |
grauedad que recibio, como para aya de Leo- | |
nora y para que fuesse superintendente de todo | |
lo que en la casa se hiziesse, y para que man- | |
dasse a las esclauas, y a otras dos donzellas de | |
la misma edad de Leonora, que para que se | 30 |
entretuuiesse con las de sus mismos años assi- | |
P.9NOVELAS EXEMPLARES
mismo auia recebido. Prometioles que las trata- | |
ria y regalaria a todas de manera que no sin- | |
tiessen su encerramiento, y que los dias de fies- | |
ta todos, sin faltar ninguno. yrian a oyr missa, | |
pero tan de mañana, que apenas tuuiesse la luz | 5 |
lugar de verlas. | |
Prometieronle las criadas y esclauas de hazer | |
todo aquello que les mandaua, sin pesadum- | |
bre, con prompta voluntad y buen animo. Y la | |
nueua esposa, encogiendo los ombros, baxó la | 10 |
cabeça, y dixo que ella no tenia otra voluntad | |
que la de su esposo y señor, a quien estaua | |
siempre obediente. Hecha esta preuencion, y | |
recogido el buen estremeño en su casa, comen- | |
ço a gozar como pudo los frutos del matrimo- | 15 |
nio, los quales a Leonora, como no tenia expe- | |
riencia de otros, ni eran gustosos, ni desabri- | |
dos; y assi passaua el tiempo con su dueña, | |
donzellas y esclauas, y ellas, por passarle mejor, | |
dieron en ser golosas y pocos dias se passauan | 20 |
sin hazer mil cosas, a quien la miel y el | |
açucar hazen sabrosas. Sobrauales para esto en | |
grande abundancia lo que auian menester, y no | |
menos sobraua en su amo la voluntad de darse- | |
lo, pareciendole que con ello las tenia entreteni- | 25 |
das y ocupadas, sin tener lugar donde ponerse | |
a pensar en su encerramiento. Leonora andaua | |
a lo ygual con sus criadas, y se entretenia en lo | |
mismo que ellas, y aun dio con su simplizidad | |
en hazer muñecas y en otras niñerias, que mos- | 30 |
trauan la llaneza de su condicion y la terneza | |
de sus años, todo lo qual era de grandissima | |
P.10NOVELAS EXEMPLARES
satisfacion para el zeloso marido, pareciendole | |
que auia acertado a escoger la vida mejor que | |
se la supo imaginar, y que por ninguna via la | |
industria ni la malicia humana podia perturbar | |
su sossiego; y assi solo se desuelaua en traer | 5 |
regalos a su esposa y en acordarle le pidiesse | |
todos quantos le viniessen al pensamiento, que | |
de todos seria seruida. | |
Los dias que yua a missa, que, como esta di- | |
cho, era entre dos luzes, venian sus padres, y | 10 |
en la yglesia hablauan a su hija delante de su | |
marido, el qual les daua tantas dadiuas, que | |
aunque tenian lastima a su hija, por la estre- | |
cheza en que viuia, la templauan con las mu- | |
chas dadiuas que Carrizales, su liberal yerno, | 15 |
les daua. Levantauase de mañana, y aguardaua | |
a que el despensero viniesse, a quien de la no- | |
che antes, por vna cedula que ponian en el | |
torno, le auisauan lo que auia de traer otro | |
dia; y en viniendo el despensero, salia de casa | 20 |
Carrizales, las mas vezes a pie, dexando cerra- | |
das las dos puertas, la de la calle y la de en | |
medio, y entre las dos quedaua el negro. Yuase | |
a sus negocios, que eran pocos, y con breue- | |
dad daua la buelta, y encerrandose, se entre- | 25 |
nia en regalar a su esposa y acariciar a sus | |
criadas, que todas le querian bien, por ser de | |
condicion llana y agradable y, sobre todo, por | |
mostrarse tan liberal con todas. Desta manera | |
passaron vn año de nouiciado, y hizieron pro- | 30 |
fession en aquella vida, determinandose de lle- | |
P.11NOVELAS EXEMPLARES
uarla hasta el fin de la[s] suyas, y assi fuera, | |
si el sagaz perturbador del genero humano no | |
lo estoruara, como aora oyreys. | |
Digame aora el que se tuuiere por mas dis- | |
creto y recatado, que mas preuenciones para su | 5 |
seguridad podia auer hecho el anciano Felipo, | |
pues aun no consintio que dentro de su casa | |
huuiesse algun animal que fuesse varon. A los | |
ratones della, jamas los persiguio gato, ni en | |
ella se oyo ladrido de perro; todos eran del ge- | 10 |
nero femenino. De dia pensaua, de noche no | |
dormia; el era la ronda y centinela de su casa, | |
y el Argos de lo que bien queria; jamas entró | |
hombre de la puerta adentro del patio. Con sus | |
amigos negociaua en la calle. Las figuras de | 15 |
los paños, que sus salas y quadras adornauan, | |
todas eran hembras, flores y boscages. Toda | |
su casa olia a honestidad, recogimiento y reca- | |
to; aun hasta en las consejas que en las largas | |
noches del inuierno en la chimenea sus cria- | 20 |
das contauan, por estar el presente, en ninguna | |
ningun genero de lasciuia se descubria. La plata | |
de las canas del viejo, a los ojos de Leonora, | |
parecian cabellos de oro puro, porque el amor | |
primero que las donzellas tienen, se les impri- | 25 |
me en el alma, como el sello en la cera. Su de- | |
masiada guarda, le parecia aduertido recato. | |
Pensaua y creia que, lo que ella passaua, pas- | |
sauan todas las recien casadas. No se desman- | |
P.12NOVELAS EXEMPLARES
dauan sus pensamientos a salir de las paredes | |
de su casa, ni su voluntad desseaua otra cosa | |
mas de aquella que la de su marido queria; | |
solo los dias que yua a missa, veia las calles, y | |
esto era tan de mañana, que si no era al boluer | 5 |
de la yglesia, no auia luz para mirallas. No se | |
vio monasterio tan cerrado, ni monjas mas re- | |
cogidas, ni mançanas de oro tan guardadas; y | |
con todo esto no pudo en ninguna manera pre- | |
uenir ni escusar de caer en lo que rezelaua: | 10 |
a lo menos en pensar que auia caydo. | |
Ay en Seuilla vn genero de gente ociosa y | |
holgazana, a quien comunmente suelen llamar | |
gente de barrio; estos son los hijos de vezino | |
de cada colacion, y de los mas ricos della, | 15 |
gente valdia, atildada y meliflua, de la qual y de | |
su trage y manera de viuir, de su condicion y de | |
las leyes que guardan entre si, auia mucho que | |
dezir, pero por buenos respectos se dexa. | |
Vno destos galanes, pues, que entre ellos es | 20 |
llamado virote--moço soltero, que a los recien | |
casados llaman mantones--assestó a mirar la | |
casa del recatado Carrizales, y, viendola siem- | |
pre cerrada, le tomó gana de saber quien viuia | |
dentro, y con tanto ahinco y curiosidad hizo la | 25 |
diligencia, que de todo en todo vino a saber lo | |
que desseaua. Supo la condicion del viejo, la | |
hermosura de su esposa, y el modo que tenia | |
en guardarla. Todo lo qual le encendio el des- | |
seo de ver si seria possible expunar por fuerça | 30 |
P.13NOVELAS EXEMPLARES
o por industria fortaleza tan guardada. Y comu- | |
nicandolo con dos virotes y vn manton, sus | |
amigos, acordaron que se pusiesse por obra, | |
que nunca para tales obras faltan consejeros y | |
ayudadores. | 5 |
Dificultauan el modo que se tendria para in- | |
tentar tan dificultosa hazaña, y auiendo entrado | |
en bureo muchas vezes, conuinieron en esto: | |
que fingiendo Loaysa, que assi se llamaua el | |
virote, que yua fuera de la ciudad por algunos | 10 |
dias, se quitasse de los ojos de sus amigos, | |
como lo hizo, y hecho esto, se puso vnos calço- | |
nes de lienço limpio y camisa limpia, pero en- | |
zima se puso vnos vestidos tan rotos y remen- | |
dados, que ningun pobre en toda la ciudad los | 15 |
traia tan astrosos. Quitose vn poco de barba | |
que tenia, cubriose vn ojo con vn parche, ven- | |
dose vna pierna estrechamente y, arrimandose | |
a dos muletas, se conuirtio en vn pobre tullido, | |
tal, que el mas verdadero estropeado no se le | 20 |
ygualaua. | |
Con este talle, se ponia cada noche a la ora- | |
cion a la puerta de la casa de Carrizales, que ya | |
estaua cerrada, quedando el negro, que Luys se | |
llamaua, cerrado entre las dos puertas. Puesto | 25 |
alli Loaysa, sacaua vna guitarrilla algo grasien- | |
ta y falta de algunas cuerdas, y como el era | |
algo musico, començaua a tañer algunos sones | |
alegres y regozijados, mudando la voz por no | |
ser conocido. Con esto se daua priessa a cantar | 30 |
romances de moros y moras a la loquesca, | |
P.14NOVELAS EXEMPLARES
con tanta gracia, que quantos passauan por la | |
calle se ponian a escucharle, y siempre, en tan- | |
to que cantaua, estaua rodeado de muchachos, | |
y Luys el negro, poniendo los oydos por entre | |
las puertas, estaua colgado de la musica del | 5 |
virote, y diera vn braço por poder abrir la puer- | |
ta y escucharle mas a su plazer; tal es la incli- | |
nacion que los negros tienen a ser musicos. | |
Y quando Loaysa queria que los que le escucha- | |
uan le dexassen, dexaua de cantar y recogia su | 10 |
guitarra, y acogiendose a sus muletas, se yua. | |
Quatro o cinco vezes auia dado musica al | |
negro, que por solo el la daua, pareciendole | |
que por donde se auia de començar a desmo- | |
ronar aquel edificio, auia y deuia ser por el ne- | 15 |
gro, y no le salio vano su pensamiento, por- | |
que llegandose vna noche, como solia, a la | |
puerta, començo a templar su guitarra, y sintio | |
que el negro estaua ya atento, y llegandose al | |
quicio de la puerta, con voz baxa dixo: | 20 |
"¿Sera possible, Luys, darme vn poco de | |
agua, que perezco de sed y no puedo cantar?" | |
"No", dixo el negro, "porque no tengo la | |
llaue desta puerta, ni ay agujero por donde | |
pueda darosla." | 25 |
"Pues quien tiene la llaue?", preguntó | |
Loaysa. | |
"Mi amo", respondio el negro, "que es el | |
mas zeloso hombre del mundo. Y si el supiesse | |
que yo estoy aora aqui hablando con nadie, no | 30 |
seria mas mi vida; pero ¿quien soys vos que | |
P.15NOVELAS EXEMPLARES
me pedis el agua?" | |
"Yo", respondio Loaysa, "soy vn pobre es- | |
tropeado de vna pierna, que gano mi vida pi- | |
diendo por Dios a la buena gente, y juntamen- | |
te con esto, enseño a tañer a algunos more- | 5 |
nos y a otra gente pobre, y ya tengo tres negros | |
esclauos de tres veyntiquatros, a quien he ense- | |
ñado de modo que pueden cantar y tañer en | |
qualquier bayle y en qualquier taberna, y me | |
lo han pagado muy rebien." | 10 |
"Harto mejor os lo pagara yo", dixo Luys, | |
"a tener lugar de tomar licion; pero no es possi- | |
ble, a causa que mi amo, en saliendo por la | |
mañana, cierra la puerta de la calle, y quando | |
buelue haze lo mismo, dexandome empareda- | 15 |
do entre dos puertas." | |
"Por Dios, Luys", replicó Loaysa, que ya sa- | |
bia el nombre del negro, "que si vos diessedes | |
traza a que yo entrasse algunas noches a da- | |
ros licion, en menos de quinze dias os sacaria | 20 |
tan diestro en la guitarra, que pudiessedes tañer | |
sin verguença alguna en qualquiera esquina; | |
porque os hago saber que tengo grandissima | |
gracia en el enseñar, y mas, que he oydo dezir | |
que vos teneys muy buena habilidad, y a lo | 25 |
que siento y puedo juzgar por el organo de la | |
voz, que es atiplada, deueys de cantar muy | |
bien." | |
"No canto mal", respondio el negro, "pero | |
¿que aprouecha, pues no se tonada alguna, si no | 30 |
es la de La Estrella de Venus y la de Por vn | |
P.16NOVELAS EXEMPLARES
verde prado, y aquella que aora se vsa, que | |
dize: A los hierros de vna reja--la turbada | |
mano assida?". | |
"Todas essas son ayre", dixo Loaysa, "para | |
las que yo os podria enseñar, porque se todas | 5 |
las del moro Abindarraez con las de su dama | |
Xarifa, y todas las que se cantan de la historia | |
del gran Sofi Tomunibeyo, con las de la Zara- | |
banda a lo diuino, que son tales, que hazen | |
pasmar a los mismos portuguesses, y esto en- | 10 |
seño con tales modos y con tanta facilidad, que | |
aunque no os deys priessa a aprender, apenas | |
aureys comido tres o quatro moyos de sal, | |
quando ya os veays musico corriente y molien- | |
te en todo genero de guitarra." | 15 |
A esto suspiró el negro, y dixo: | |
"¿Que aprouecha todo esso, si no se como | |
meteros en casa?" | |
"Buen remedio", dixo Loaysa; "procurad vos | |
tomar las llaues a vuestro amo, y yo os dare vn | 20 |
pedaço de cera, donde las imprimireys de | |
manera que queden señaladas las guardas en | |
la cera, que, por la aficion que os he tomado, | |
yo hare que vn cerragero amigo mio haga las | |
llaues, y assi podre entrar dentro de noche y | 25 |
enseñaros mejor que al preste Iuan de las In- | |
dias, porque veo ser gran lastima que se pierda | |
vna tal voz como la vuestra, faltandole el arrimo | |
de la guitarra, que quiero que sepays, hermano | |
Luys, que la mejor voz del mundo pierde de | 30 |
sus quilates quando no se acompaña con el | |
P.17NOVELAS EXEMPLARES
instrumento, ora sea de guitarra o clauizimba- | |
no, de organos o de harpa; pero el que mas | |
a vuestra voz le conuiene, es el instrumento de | |
la guitarra, por ser el mas mañero y menos | |
costoso de los instrumentos." | 5 |
"Bien me parece esso", replicó el negro, | |
"pero no puede ser, pues jamas entran las lla- | |
ues en mi poder, ni mi amo las suelta de la | |
mano de dia, y de noche duermen debaxo de | |
su almohada." | 10 |
"Pues hazed otra cosa, Luys", dixo Loaysa, | |
"si es que teneys gana de ser musico consu- | |
mado, que si no la teneys, no ay para que can- | |
sarme en aconsejaros." | |
"¿Y como si tengo gana?", replicó Luys, "y | 15 |
tanta, que ninguna cosa dexaré de hazer, como | |
sea possible salir con ella, a trueco de salir con | |
ser musico." | |
"Pues ansi es", dixo el virote, "yo os dare | |
por entre estas puertas, haziendo vos lugar, | 20 |
quitando alguna tierra del quicio, digo que | |
os dare vnas tenazas y vn martillo con que po- | |
days de noche quitar los clauos de la cerradu- | |
ra de loba con mucha facilidad, y con la mis- | |
ma bolueremos a poner la chapa, de modo que | 25 |
no se eche de ver que ha sido desclauada; y es- | |
tando yo dentro encerrado con vos en vuestro | |
pajar o adonde dormis, me dare tal priessa a lo | |
que tengo de hazer, que vos veays aun mas de | |
P.18NOVELAS EXEMPLARES
lo que os he dicho, con aprouechamiento de mi | |
persona y aumento de vuestra suficiencia; y de | |
lo que huuieremos de comer no tengays cuyda- | |
do, que yo lleuaré matalotage para entrambos | |
y para mas de ocho dias, que discipulos tengo | 5 |
yo y amigos que no me dexarán malpassar." | |
"De la comida," replicó el negro, "no aura | |
de que temer, que, con la racion que me da mi | |
amo, y con los relieues que me dan las esca- | |
uas, sobrará comida para otros dos. Venga esse | 10 |
martillo y tenazas que dezis, que yo hare por | |
junto a este quicio lugar por donde quepa, y le | |
boluere a cubrir y tapar con barro, que puesto | |
que de algunos golpes en quitar la chapa, mi | |
amo duerme tan lexos desta puerta, que sera | 15 |
milagro o gran desgracia nuestra si los oye." | |
"Pues a la mano de Dios", dixo Loaysa, "que | |
de aqui a dos dias tendreys, Luys, todo lo neces- | |
sario para poner en execucion nuestro virtuoso | |
proposito, y advertid en no comer cosas flemo- | 20 |
sas, porque no hazen ningun prouecho, sino | |
mucho daño a la voz." | |
"Ninguna cosa me enronqueze tanto", res- | |
pondio el negro, "como el vino; pero no me lo | |
quitaré yo por todas quantas vozes tiene el | 25 |
suelo." | |
"No digo tal", dixo Loaysa, "ni Dios tal per- | |
mita; beued, hijo Luys, beued y buen prouecho | |
os haga, que el vino que se beue con medida, | |
jamas fue causa de daño alguno". | 30 |
"Con medida lo beuo" replicó el negro; "aqui | |
tengo vn jarro que cabe vna açumbre justa y | |
P.19NOVELAS EXEMPLARES
cabal; este me llenan las esclauas sin que mi | |
amo lo sepa, y el despensero a solapo me trae | |
vna botilla, que tambien cabe justas dos açum- | |
bres, con que se suplen las faltas del jarro." | |
"Digo", dixo Loaysa, "que tal sea mi vida | 5 |
como esso me parece, porque la seca garganta, | |
ni gruñe, ni canta." | |
"Andad con Dios", dixo el negro, "pero mi- | |
rad que no dexeys de venir a cantar aqui las | |
noches que tardaredes en traer lo que aueys | 10 |
de hazer para entrar aca dentro, que ya me | |
comen los dedos por verlos puestos en la gui- | |
tarra." | |
"Y ¡como si vendre!", replicó Loaysa, "y aun | |
con tonadicas nueuas." | 15 |
"Esso pido", dixo Luys, "y aora no me de- | |
xeys de cantar algo, porque me vaya a acos- | |
tar con gusto, y en lo de la paga, entienda el | |
señor pobre que le he de pagar mejor que vn | |
rico." | 20 |
"No reparo en esso", dixo Loaysa, "que se- | |
gun yo os enseñare, assi me pagareys, y por | |
aora escuchad esta tonadilla, que, quando este | |
dentro, vereys milagros." | |
"Sea en buenora", respondio el negro, y, aca- | 25 |
bado este largo coloquio, cantó Loaysa vn | |
romanzito agudo, con que dexó al negro tan | |
contento y satisfecho, que ya no veia la hora de | |
abrir la puerta. | |
Apenas se quitó Loaysa de la puerta, quan- | 30 |
do, con mas ligereza que el traer de sus mule- | |
P.20NOVELAS EXEMPLARES
tas prometia, se fue a dar cuenta a sus conse- | |
jeros de su buen comienço, adiuino del buen | |
fin que por el esperaua; hallolos, y conto lo que | |
con el negro dexaua concertado, y otro dia | |
hallaron los instrumentos, tales que rompian | 5 |
qualquier clauo como si fuera de palo. No se | |
descuydó el virote de boluer a dar musica al | |
negro, ni menos tuuo descuydo el negro en | |
hazer el agujero por donde cupiesse lo que su | |
maestro le diesse, cubriendolo de manera que, | 10 |
a no ser mirado con malicia y sospechosamen- | |
te, no se podia caer en el agujero. | |
La segunda noche, le dio los instrumentos | |
Loaysa, y Luys prouo sus fuerças, y casi sin | |
poner alguna se halló rompidos los clauos, y, | 15 |
con la chapa de la cerradura en las manos, abrio | |
la puerta y recogio dentro a su Orfeo y maes- | |
tro, y quando le vio con sus dos muletas y tan | |
handrajoso, y tan fajada su pierna, que- | |
dó admirado. No lleuaua Loaysa el parche en | 20 |
el ojo, por no ser necessario, y, assi como entró, | |
abraçó a su buen discipulo y le besó en el | |
rostro, y luego le puso vna gran bota de vino | |
en las manos, y vna caxa de conserua, y otras | |
cosas dulces de que lleuaua vnas alforjas bien | 25 |
proueydas. Y dexando las muletas, como si no | |
tuuiera mal alguno, començo a hazer cabrio- | |
las, de lo qual se admiro mas el negro, a quien | |
Loaysa dixo: | |
"Sabed, hermano Luys, que mi cojera y es- | 30 |
tropeamiento no nace de enfermedad, sino de | |
P.21NOVELAS EXEMPLARES
industria, con la qual gano de comer, pidiendo | |
por amor de Dios, y ayudandome della y de mi | |
musica, passo la mejor vida del mundo, en | |
el qual todos aquellos que no fueren indus- | |
triosos y trazistas, moriran de hambre, y esto lo | 5 |
vereys en el discurso de nuestra amistad." | |
"Ello dira", respondio el negro, "pero de- | |
mos orden de boluer esta chapa a su lugar, de | |
modo que no se eche de ver su mudança." | |
"En buen ora", dixo Loaysa, y, sacando cla- | 10 |
uos de sus alforjas, assentaron la cerradura de | |
suerte que estaua tambien como de antes, de | |
lo qual quedó contentissimo el negro, y subien- | |
dose Loaysa al aposento que en el pajar tenia | |
el negro, se acomodó lo mejor que pudo. En- | 15 |
cendio luego Luys vn torçal de cera, y, sin mas | |
aguardar, sacó su guitarra Loaysa, y tocandola | |
baxa y suauemente, suspendio al pobre negro | |
de manera, que estaua fuera de si escuchan- | |
dole; auiendo tocado vn poco, sacó de nueuo | 20 |
colacion y diola a su discipulo, y, aunque con | |
dulce, beuio con tan buen talante de la bota, | |
que le dexó mas fuera de sentido que la mu- | |
sica. Passado esto, ordenó que luego tomasse | |
licion Luys, y como el pobre negro tenia qua- | 25 |
tro dedos de vino sobre los sesos, no acertaua | |
traste, y con todo esso le hizo creer Loaysa | |
que ya sabia por lo menos dos tonadas, y era | |
lo bueno que el negro se lo creia, y en toda | |
la noche no hizo otra cosa que tañer con la | 30 |
guitarra destemplada y sin las cuerdas neces- | |
sarias. | |
P.22NOVELAS EXEMPLARES
Durmieron lo poco que de la noche les que- | |
dava, y a obra de las seys de la mañana baxó | |
Carrizales y abrio la puerta de en medio, y tam- | |
bien la de la calle, y estuuo esperando al des- | |
pensero, el qual vino de alli a vn poco, y dan- | 5 |
do por el torno la comida, se boluio a yr, y llamó | |
al negro que baxasse a tomar cebada para la | |
mula, y su racion, y, en tomandola, se fue el vie- | |
jo Carrizales, dexando cerradas ambas puertas, | |
sin echar de ver lo que en la de la calle se auia | 10 |
hecho, de que no poco se alegraron maestro y | |
discipulo. | |
Apenas salio el amo de casa, quando el ne- | |
gro arrebató la guitarra, y començo a tocar de | |
tal manera, que todas las criadas le oyeron, y | 15 |
por el torno le preguntaron: | |
"¿Que es esto, Luys, de quando aca tienes tu | |
guitarra, o quien te la ha dado?" | |
"¿Quien me la ha dado?", respondio Luys; | |
"el mejor musico que ay en el mundo, y el que | 20 |
me ha de enseñar en menos de seys dias mas | |
de seys mil sones." | |
"Y ¿donde esta esse musico?", preguntó la | |
dueña. | |
"No esta muy lexos de aqui", respondio el | 25 |
negro, "y si no fuera por verguença, y por el | |
temor que tengo a mi señor, quiza os le ense- | |
ñara luego, y a fe que os holgassedes de verle." | |
"Y ¿adonde puede el estar, que nosotras le | |
podamos ver", replicó la dueña, "si en esta casa | 30 |
jamas entró otro hombre que nuestro dueño?" | |
"Aora bien", dixo el negro, "no os quiero | |
P.23NOVELAS EXEMPLARES
dezir nada, hasta que veays lo que yo se y el | |
me ha enseñado en el breue tiempo que he | |
dicho." | |
"Por cierto", dixo la dueña, "que si no es al- | |
gun demonio el que te ha de enseñar, que yo | 5 |
no se quien te pueda sacar musico con tanta | |
breuedad." | |
"Andad", dixo el negro, "que lo oyreys y lo | |
vereys algun dia." | |
"No puede ser esso", dixo otra donzella, | 10 |
"porque no tenemos ventanas a la calle para | |
poder ver ni oyr a nadie." | |
"Bien esta", dixo el negro, "que para todo | |
ay remedio, si no es para escusar la muerte; y | |
mas si vosotras sabeys o quereys callar." | 15 |
"Y ¡como que callaremos, hermano Luys!", | |
dixo vna de las esclauas, "callaremos mas que | |
si fuessemos mudas, porque te prometo, amigo, | |
que me muero por oyr vna buena voz; que des- | |
pues que aqui nos emparedaron, ni aun el canto | 20 |
de los paxaros auemos oydo." | |
Todas estas platicas estaua escuchando Loay- | |
sa con grandissimo contento, pareciendole que | |
todas se encaminauan a la consecucion de su | |
gusto, y que la buena suerte auia tomado la | 25 |
mano en guiarlas a la medida de su voluntad | |
Despidieronse las criadas con prometerles el | |
negro que, quando menos se pensassen, las lla- | |
maria a oyr vna muy buena voz; y, con temor | |
que su amo boluiesse y le hallasse hablando | 30 |
con ellas, las dexó y se recogio a su estancia y | |
P.24NOVELAS EXEMPLARES
clausura. Quisiera tomar licion, pero no se atre- | |
uio a tocar de dia por que su amo no le oyesse, | |
el qual vino de alli a poco espacio, y, cerrando | |
las puertas, segun su costumbre, se encerro en | |
casa. Y al dar aquel dia de comer por el torno | 5 |
al negro, dixo Luys a vna negra, que se lo daua, | |
que aquella noche, despues de dormido su | |
amo, baxassen todas al torno, a oyr la voz que | |
les auia prometido, sin falta alguna. Verdad es | |
que, antes que dixesse esto, auia pedido con | 10 |
muchos ruegos a su maestro fuesse contento | |
de cantar y tañer aquella noche al torno, por- | |
que el pudiesse cumplir la palabra que auia | |
dado de hazer oyr a las criadas vna voz estre- | |
mada, assegurandole, que seria en estremo re- | 15 |
galado de todas ellas. Algo se hizo de rogar el | |
maestro de hazer lo que el mas desseaua; pero, | |
al fin, dixo que haria lo que su buen discipulo | |
pedia, solo por darle gusto, sin otro interes al- | |
guno. Abraçole el negro, y diole vn beso en el | 20 |
carrillo, en señal del contento que le auia causa- | |
do la merced prometida, y aquel dia dio de co- | |
mer a Loaysa tambien como si comiera en su | |
casa, y aun quiza mejor, pues pudiera ser que | |
en su casa le faltara. | 25 |
Llegose la noche, y, en la mitad della, o poco | |
menos, començaron a cecear en el torno, y lue- | |
go entendio Luys que era la cafila que auia | |
llegado; y llamando a su maestro, baxaron del | |
pajar con la guitarra bien encordada y mejor | 30 |
templada. Preguntó Luys quien y quantas eran | |
las que escuchauan. Respondieronle que todas, | |
P.25NOVELAS EXEMPLARES
sino su señora, que quedaua durmiendo con su | |
marido, de que le pesó a Loaysa pero con | |
todo esso quiso dar principio a su disignio, y | |
contentar a su discipulo; y, tocando mansamen- | |
te la guitarra, tales sones hizo, que dexó admi- | 5 |
rado al negro y suspenso el rebaño de las mu- | |
geres que le escuchaua. Pues ¿que dire de lo | |
que ellas sintieron quando le oyeron tocar el | |
Pesame dello, y acabar con el endemoniado | |
son de la çarabanda, nueuo entonces en Espa- | 10 |
ña?. No quedó vieja por baylar, ni moça que | |
no se hiziesse pedaços, todo a la sorda y con | |
silencio estraño, poniendo centinelas y espias | |
que auisassen, si el viejo despertaua. Cantó as- | |
simismo Loaysa coplillas de la seguida , con | 15 |
que acabó de echar el sello al gusto de las es- | |
cuchantes, que ahincadamente pidieron al negro | |
les dixesse quien era tan milagroso musico. El | |
negro les dixo que era vn pobre mendigante, | |
el mas galan y gentilhombre que auia en toda | 20 |
la pobreria de Seuilla. Rogaronle que hiziesse | |
de fuerte que ellas le viessen, y que no le de- | |
xasse yr en quinze dias de casa, que ellas le | |
regalarian muy bien y darian quanto huuiesse | |
menester. Preguntaronle que modo auia teni- | 25 |
do para meterle en casa. A esto no les | |
respondio palabra; a lo demas dixo que, para | |
poderle ver, hiziessen vn agujero pequeño en el | |
torno, que despues lo taparian con cera; y que | |
a lo de tenerle en casa, que el lo procuraria. | 30 |
Hablolas tambien Loaysa, ofreciendoseles a | |
P.26NOVELAS EXEMPLARES
su seruicio con tan buenas razones, que ellas | |
echaron de ver que no salian de ingenio de | |
pobre mendigante. Rogaronle que otra noche | |
viniesse al mismo puesto, que ellas harian con | |
su señora que baxasse a escucharle, a pesar | 5 |
del ligero sueño de su señor, cuya ligereza no | |
nacia de sus muchos años, sino de sus muchos | |
zelos. A lo qual dixo Loaysa que, si ellas gus- | |
tauan de oyrle sin sobresalto del viejo, que el | |
les daria vnos poluos que le echassen en el vino, | 10 |
que le harian dormir con pesado sueño mas | |
tiempo del ordinario. | |
"Iesus valme!", dixo vna de las donzellas, "y | |
si esso fuesse verdad, ¡que buena ventura se | |
nos auria entrado por las puertas, sin sentillo | 15 |
y sin merecerllo. No serian ellos poluos de | |
sueño para el, sino poluos de vida para todas | |
nosotras y para la pobre de mi señora Leo- | |
nora, su muger, que no la dexa a sol ni a som- | |
bra, ni la pierde de vista vn solo momento. | 20 |
¡Ay, señor mio de mi alma, trayga essos pol- | |
uos, assi Dios le de todo el bien que dessea!; | |
vaya, y no tarde; traygalos, señor mio, que yo | |
me ofrezco a mezclarlos en el vino y a ser la | |
escanciadora; y pluguiesse a Dios que durmies- | 25 |
se el viejo tres dias con sus noches, que otros | |
tantos tendriamos nosotras de gloria." | |
"Pues yo los trayre", dixo Loaysa; "y son | |
tales, que no hazen otro mal ni daño quien | |
los toma, si no es prouocarle a sueño pesadis- | 30 |
simo." | |
P.27NOVELAS EXEMPLARES
Todas le rogaron que los truxesse con breue- | |
dad, y quedando de hazer otra noche con vna | |
barrena el agujero en el torno, y de traer a su | |
señora para que le viesse y oyesse, se despi- | |
dieron, y el negro, aunque era casi el alua, | 5 |
quiso tomar licion, la qual le dio Loaysa, y le | |
hizo entender que no auia mejor oydo que el | |
suyo en quantos discipulos tenia, y no sabia el | |
pobre negro, ni lo supo jamas, hazer vn cru- | |
zado. | 10 |
Tenian los amigos de Loaysa cuydado de | |
venir de noche a escuchar por entre las puertas | |
de la calle, y ver si su amigo les dezia algo o | |
si auia menester alguna cosa, y, haziendo vna | |
señal, que dexaron concertada, conocio Loay- | 15 |
sa que estauan a la puerta, y por el agujero del | |
quicio les dio breue cuenta del buen termino | |
en que estaua su negocio, pidiendoles encare- | |
cidamente buscassen alguna cosa que prouo- | |
casse a sueño, para darselo a Carrizales, que el | 20 |
auia oydo dezir que auia vnos poluos para este | |
efeto; dixeronle que tenian vn medico amigo | |
que les daria el mejor remedio que supiesse, | |
si es que le auia, y animandole a proseguir la | |
empressa y prometiendole de boluer la noche | 25 |
siguiente con todo recaudo, apriessa se despi- | |
dieron. | |
Vino la noche, y la vanda de las palomas | |
acudio al reclamo de la guitarra; con ellas vino | |
la simple Leonora, temerosa y temblando de | 30 |
que no despertasse su marido; que, aunque | |
P.28NOVELAS EXEMPLARES
ella, vencida deste temor, no auia querido venir, | |
tantas cosas le dixeron sus criadas, especial- | |
mente la dueña, de la suauidad de la musica y | |
de la gallarda disposicion del musico pobre, | |
que, sin auerle visto, le alabaua y le subia sobre | 5 |
Absalon y sobre Orfeo, que la pobre señora, | |
conuencida y persuadida dellas, huuo de hazer | |
lo que no tenia ni tuuiera jamas en voluntad. | |
Lo primero que hizieron, fue barrenar el tor- | |
no, para ver al musico, el qual no estaua ya en | 10 |
habitos de pobre, sino con vnos calçones gran- | |
des, de tafetan leonado, anchos a la marineres- | |
ca, vn jubon de lo mismo con trenzillas de oro, | |
y vna montera de raso de la misma color, con | |
cuello almidonado, con grandes puntas y enca- | 15 |
je, que de todo vino proueydo en las alforjas | |
imaginando que se auia de ver en ocasion que | |
le conuiniesse mudar de trage. Era moço y de | |
gentil disposicion y buen parecer; y como auia | |
tanto tiempo que todas tenian hecha la vista a | 20 |
mirar al viejo de su amo, parecioles que mi- | |
rauan a vn angel. Poniase vna al agugero para | |
verle, y luego otra; y por que le pudiessen ver | |
mejor, andaua el negro passeandole el cuerpo | |
de arriba a baxo con el torçal de cera encendi- | 25 |
do. Y despues que todas le huuieron visto, has- | |
ta las negras boçales, tomó Loaysa la guitarra | |
y cantó aquella noche tan estremadamente, que | |
las acabó de dexar suspensas y atonitas a todas, | |
assi a la vieja como a las moças, y todas roga- | 30 |
ron a Luys diesse orden y traza como el señor | |
su maestro entrasse alla dentro, para oyrle y | |
P.29NOVELAS EXEMPLARES
verle de mas cerca y no tan por bruxula como | |
por el agujero, y sin el sobresalto de estar tan | |
apartadas de su señor, que podia cogerlas de | |
sobresalto, y con el hurto en las manos, lo qual | |
no sucederia ansi si le tuuiessen escondido | 5 |
dentro. A esto contradixo su señora con mu- | |
chas veras, diziendo que no se hiziesse la tal | |
cosa ni la tal entrada, porque le pesaria en el | |
alma, pues desde alli le podian ver y oyr a su | |
saluo y sin peligro de su honra | 10 |
"¿Que honra?", dixo la dueña; "el rey tiene | |
harta; estese vuessa merced encerrada con su | |
Matusalen, y dexenos a nosotras holgar como | |
pudieremos. Quanto mas, que este señor pare- | |
ce tan honrado, que no querra otra cosa de | 15 |
nosotras mas de lo que nosotras quisieremos." | |
"Yo, señoras mias", dixo a esto Loaysa, "no | |
vine aqui sino con intencion de seruir a todas | |
vuessas mercedes con el alma y con la vida, | |
condolido de su no vista clausura y de los ra- | 20 |
tos que en este estrecho genero de vida se pier- | |
den. Hombre soy yo, por vida de mi padre, tan | |
senzillo, tan manso y de tan buena condicion, | |
y tan obediente, que no hare mas de aquello | |
que se me mandare; y si qualquiera de vuessas | 25 |
mercedes dixere: «Maestro, sientese aqui; maes- | |
»tro, passese alli, echaos aca, passaos aculla» | |
assi lo hare, como el mas domestico y enseña- | |
do perro que salta por el rey de Francia". | |
"Si esso ha de ser assi", dixo la ignorante | 30 |
Leonora, "¿que medio se dara para que en- | |
tre aca dentro el señor maesso?" | |
P.30NOVELAS EXEMPLARES
"Bueno", dixo Loaysa, "vuessas mercedes | |
pugnen por sacar en cera la llaue desta puerta | |
de en medio, que yo hare que mañana en la | |
noche venga hecha otra tal, que nos pueda | |
seruir." | 5 |
"En sacar essa llaue", dixo vna donzella, "se | |
sacan las de toda la casa, porque es llaue | |
maestra." | |
"No por esso sera peor", replicó Loaysa. | |
"Assi es verdad", dixo Leonora, "pero ha de | 10 |
jurar este señor primero que no ha de hazer | |
otra cosa, quando este aca dentro, sino can- | |
tar y tañer, quando se lo mandaren, y que | |
ha de estar encerrado y quedito donde le pu- | |
sieremos." | 15 |
"Si juro", dixo Loaysa. | |
"No vale nada esse juramento", respondio | |
Leonora, "que ha de jurar por vida de su pa- | |
dre, y ha de jurar la cruz y besalla, que lo | |
veamos todas." | 20 |
"Por vida de mi padre juro", dixo Loaysa, | |
"y por esta señal de cruz, que la beso con mi | |
boca suzia", y haziendo la cruz con dos dedos, | |
la besó tres vezes. | |
Esto hecho, dixo otra de las donzellas: "Mire, | 25 |
señor, que no se le oluide aquello de los pol- | |
uos, que es el tuauten de todo." | |
Con esto cessó la platica de aquella noche, | |
quedando todos muy contentos del concierto. | |
Y la suerte, que de bien en mejor encaminaua | 30 |
los negocios de Loaysa, truxo a aquellas horas, | |
que eran dos después de la media noche, por |
P.31NOVELAS EXEMPLARES
la calle a sus amigos, los quales, haziendo la se- | |
ñal acostumbrada, que era tocar vna trompa de | |
Paris, Loaysa los habló y les dio cuenta del | |
termino en que estaua su pretension, y les pi- | |
dio si traian los poluos o otra cosa, como se la | 5 |
auia pedido, para que Carrizales durmiesse; di- | |
xoles assimismo lo de la llaue maestra. Ellos le | |
dixeron que los poluos, o vn vnguento, vendria | |
la siguiente noche, de tal virtud, que vntados | |
los pulsos y las sienes con el, causaua vn sue- | 10 |
ño profundo, sin que del se pudiesse despertar | |
en dos dias, si no era lauandose con vinagre | |
todas las partes que se auian vntado, y que se | |
les diesse la llaue en cera, que assimismo la | |
harian hazer con facilidad. | 15 |
Con esto se despidieron, y Loaysa y su dis- | |
cipulo durmieron lo poco que de la noche les | |
quedaua, esperando Loaysa con gran desseo la | |
venidera, por ver si se le cumplia la palabra | |
prometida de la llaue. Y puesto que el tiempo | 20 |
parece tardio y pereçoso a los que en el espe- | |
ran, en fin corre a las parejas con el mismo pen- | |
samiento, y llega el termino que quiere, porque | |
nunca para ni sossiega. | |
Vino, pues, la noche, y la hora acostumbra- | 25 |
da de acudir al torno, donde vinieron todas las | |
criadas de casa, grandes y chicas, negras y | |
blancas, porque todas estauan desseosas de ver | |
dentro de su serrallo al señor musico; pero no | |
vino Leonora; y preguntando Loaysa por ella, | 30 |
le respondieron que estaua acostada con su |
P.32NOVELAS EXEMPLARES
velado, el qual tenia cerrada la puerta del apo- | |
sento donde dormia con llaue, y, despues de | |
auer cerrado, se la ponia debaxo de la almoha- | |
da, y que su señora les auia dicho que, en dur- | |
miendose el viejo, haria por tomarle la llaue | 5 |
maestra y sacarla en cera, que ya lleuaua pre- | |
parada y blanda, y que de alli a vn poco auian | |
de yr a requerirla por vna gatera. | |
Marauillado quedó Loaysa del recato del vie- | |
jo, pero no por esto se le desmayó el des- | 10 |
seo. Y estando en esto, oyo la trompa de Pa- | |
ris, acudio al puesto, halló a sus amigos, que | |
le dieron vn botezico de vnguento, de la pro- | |
piedad que le auian significado; tomolo | |
Loaysa, y dixoles que esperassen vn poco, que | 15 |
les daria la muestra de la llaue; boluiose al | |
torno, y dixo a la dueña, que era la que con | |
mas ahinco mostraua dessear su entrada, que | |
se lo lleuasse a la señora Leonora, diziendole | |
la propiedad que tenia, y que procurasse vntar | 20 |
a su marido con tal tiento que no lo sintiesse, | |
y que veria marauillas. Hizolo assi la dueña, y | |
llegandose a la gatera, halló que estaua Leono- | |
ra esperando, tendida en el suelo de largo a | |
largo, puesto el rostro en la gatera. Llegó la | 25 |
dueña, y tendiendose de la misma manera, puso | |
la boca en el oydo de su señora, y con voz baxa | |
le dixo que traia el (vn) vnguento, y de la ma- | |
nera que auia de prouar su virtud. Ella tomó el | |
vnguento, y respondio a la dueña como en nin- | 30 |
guna manera podia tomar la llaue a su marido, | |
porque no la tenia debaxo de la almohada, |
P.33NOVELAS EXEMPLARES
como solia, sino entre los dos colchones, y casi | |
debaxo de la mitad de su cuerpo; pero que | |
dixesse al maesso que, si el vnguento obraua | |
como el dezia, con facilidad sacarian la llaue | |
todas las vezes que quisiessen, y ansi no se- | 5 |
ria necessario sacarla en cera; dixo que fuesse | |
a dezirlo luego, y boluiesse a ver lo que el vn- | |
guento obraua, porque luego luego le pensaua | |
vntar a su velado. Baxó la dueña a dezirlo al | |
maesso Loaysa, y el despidio a sus amigos, que | 10 |
esperando la llaue estauan. | |
Temblando y pasito, y casi sin osar despedir | |
el aliento de la boca, llegó Leonora a vntar los | |
pulsos del zeloso marido, y assimismo le vntó | |
las ventanas de las narizes; y quando a ellas le | 15 |
llegó, le parecia que se estremecia, y ella que- | |
dó mortal, pareciendole que la auia cogido en | |
el hurto. En efeto, como mejor pudo, le acabó | |
de vntar todos los lugares que le dixeron ser | |
necessarios, que fue lo mismo que auerle em- | 20 |
balsamado para la sepultura. Poco espacio tar- | |
dó el alopiado vnguento en dar manifiestas se- | |
ñales de su virtud, porque luego començo a dar | |
el viejo tan grandes ronquidos, que se pudieran | |
oyr en la calle, musica, a los oydos de su es- | 25 |
posa, mas acordada que la del maesso de su | |
negro. Y aun mal segura de lo que veia, se llegó | |
a el, y le estremecio vn poco, y luego mas, y | |
luego otro poquito mas, por ver si despertaua; | |
y a tanto se atreuio, que le boluio de vna parte | 30 |
a otra, sin que despertasse. Como vio esto, se | |
fue a la gatera de la puerta, y, con voz no tan | |
P.34NOVELAS EXEMPLARES
baxa como la primera, llamó a la dueña, que | |
alli la estaua esperando, y le dixo: | |
"Dame albricias, hermana, que Carrizales | |
duerme mas que vn muerto." | |
"Pues ¿a que aguardas a tomar la llaue, se- | 5 |
ñora?", dixo la dueña, "mira que esta el musi- | |
co aguardandola mas ha de vna hora." | |
"Espera, hermana, que ya voy por ella", res- | |
pondio Leonora, y boluiendo a la cama, metio | |
la mano por entre los colchones, y sacó la llaue | 10 |
de en medio dellos, sin que el viejo lo sintiesse; | |
y tomandola en sus manos, començo a dar | |
brincos de contento, y sin mas esperar abrio la | |
puerta y la presentó a la dueña, que la recibio | |
con la mayor alegria del mundo. Mandó Leo- | 15 |
nora que fuesse a abrir al musico, y que le tru- | |
xesse a los corredores, porque ella no osaua | |
quitarse de alli, por lo que podia suceder; pero | |
que ante todas cosas hiziesse que de nueuo ra- | |
tificasse el juramento que auia hecho de no | 20 |
hazer mas de lo que ellas le ordenassen, y que | |
si no le quisiesse confirmar y hazer de nueuo, | |
en ninguna manera le abriessen. | |
"Assi sera", dixo la dueña, "y a fe que no ha | |
de entrar, si primero no jura y rejura y besa la | 25 |
cruz seys vezes." | |
"No le pongas tassa", dixo Leonora, "be- | |
sela el, y sean las vezes que quisiere; pero mira | |
que jure la vida de sus padres y por todo aque- | |
llo que bien quiere, porque con esto estaremos | 30 |
P.35NOVELAS EXEMPLARES
seguras y nos hartaremos de oyrle cantar y ta- | |
ñer, que en mi anima que lo haze delica[da]- | |
mente, y anda, no te detengas mas, por que no | |
se nos passe la noche en platicas." | |
Alçose las faldas la buena dueña y con no | 5 |
vista ligereza se puso en el torno, donde estaua | |
toda la gente de casa esperandola; y auiendo- | |
les mostrado la llaue que traia, fue tanto el con- | |
tento de todas, que la alçaron en peso como a | |
catredatico, diziendo: "¡Viua, viua!", y mas | 10 |
quando les dixo que no auia necessidad de | |
contrahazer la llaue, porque, segun el vntado | |
viejo dormia, bien se podian aprouechar de la | |
de casa todas las vezes que la quisiessen. | |
"Ea, pues, amiga", dixo vna de las donzellas, | 15 |
"abrase essa puerta y entre este señor, que ha | |
mucho que aguarda, y demonos vn verde de | |
musica que no aya mas que ver." | |
"Mas ha de auer que ver", replicó la dueña, | |
"que le hemos de tomar juramento como la | 20 |
otra noche." | |
"El es tan bueno", dixo vna de las esclauas, | |
que no reparará en juramentos." | |
Abrio en esto la dueña la puerta, y, tenien- | |
dola entreabierta, llamó a Loaysa, que todo lo | 25 |
auia estado escuchando por el agujero del tor- | |
no; el qual, llegandose a la puerta, quiso entrar- | |
se de golpe, mas poniendole la dueña la mano | |
en el pecho, le dixo: | |
"Sabra vuessa merced, señor mio, que, en | 30 |
Dios y en mi conciencia, todas las que estamos | |
dentro de las puertas desta casa somos donze- | |
P.36NOVELAS EXEMPLARES
llas como las madres que nos parieron, excepto | |
mi señora; y aunque yo deuo de parecer de | |
quarenta años, no teniendo treynta cumplidos, | |
porque les faltan dos meses y medio, tambien lo | |
soy, mal pecado; y si acaso parezco vieja, co- | 5 |
rrimientos, trabajos y desabrimientos echan vn | |
cero a los años, y a vezes dos, segun se les an- | |
toja. Y siendo esto ansi, como lo es, no seria | |
razon que, a trueco de oyr dos o tres o quatro | |
cantares, nos pusiessemos a perder tanta virgi- | 10 |
nidad como aqui se encierra, porque hasta esta | |
negra, que se llama Guiomar, es donzella. Assi | |
que, señor de mi coraçon, vuessa merced nos | |
ha de hazer, primero que entre en nuestro rey- | |
no, vn muy solene juramento de que no ha de | 15 |
hazer mas de lo que nosotras le ordenaremos; | |
y si le parece que es mucho lo que se le pide, | |
considere que es mucho mas lo que se auen- | |
tura. Y si es que vuessa merced viene con bue- | |
na intencion, poco le ha de doler el jurar, que | 20 |
al buen pagador no le duelen prendas." | |
"Bien y rebien ha dicho la señora Marialon- | |
so", dixo vna de las donzellas; "en fin, como | |
persona discreta y que esta en las cosas como | |
se deue; y si es que el señor no quiere jurar, no | 25 |
entre aca dentro." | |
A esto dixo Guiomar, la negra, que no era | |
muy ladina: | |
"Por mi, mas que nunca jura, entre con todo | |
diablo, que aunque mas jura, si aca estas, to- | 30 |
do oluida." | |
P.37NOVELAS EXEMPLARES
Oyo con gran sossiego Loaysa la arenga de | |
la señora Marialonso, y con graue reposo y | |
autoridad respondio: | |
"Por cierto, señoras hermanas y compañeras | |
mias, que nunca mi intento fue, es, ni sera otro, | 5 |
que daros gusto y contento en quanto mis fuer- | |
ças alcançaren; y assi no se me hara cuesta | |
arriba este juramento que me piden; pero qui- | |
siera yo que se fiara algo de mi palabra, porque | |
dada de tal persona como yo soy, era lo mismo | 10 |
que hazer vna obligacion guarentigia, y quiero | |
hazer saber a vuessa merced que debaxo del | |
sayal ay al, y que debaxo de mala capa suele | |
estar vn buen beuedor. Mas para que todas es- | |
ten seguras de mi buen desseo, determino de | 15 |
jurar como catholico y buen varon, y assi juro | |
por la intemerata eficacia, donde mas santa y | |
largamente se contiene, y por las entradas y | |
salidas del santo Libano monte, y por todo | |
aquello que en su prohemio encierra la verda- | 20 |
dera historia de Carlomagno, con la muerte del | |
gigante Fierabras, de no salir ni passar del | |
juramento hecho y del mandamiento de la mas | |
minima y desechada destas señoras, so pena | |
que si otra cosa hiziere o quisiere hazer, desde | 25 |
aora para entonces y desde entonces para | |
aora, lo doy por nulo y no hecho ni valedero." | |
Aqui llegaua con su juramento el buen Loa- | |
ysa, quando vna de las dos donzellas, que con | |
atencion le auia estado escuchando, dio vna | 30 |
gran voz, diziendo: | |
P.38NOVELAS EXEMPLARES
"Este si que es juramento para enternezer las | |
piedras; mal aya yo si mas quiero que jures, | |
pues con solo lo jurado podias entrar en la | |
misma sima de Cabra", y assiendole de los | |
greguescos, le metio dentro, y luego todas las | 5 |
demas se le pusieron a la redonda; luego fue | |
vna a dar las nueuas a su señora, la qual estaua | |
haziendo centinela al sueño de su esposo; y | |
quando la mensagera le dixo que ya subia el | |
musico, se alegró y se turbó en vn punto, y pre- | 10 |
guntó si auia jurado; respondiole que si, y con | |
la mas nueua forma de juramento que en su | |
vida auia visto. | |
"Pues si ha jurado", dixo Leonora, "assido | |
le tenemos; ¡o, que auisada que anduue en | 15 |
hazelle que jurasse!" | |
En esto llegó toda la caterba junta, y el musi- | |
co en medio, alumbrandolos el negro y Guiomar | |
la negra. Y viendo Loaysa a Leonora, hizo mues- | |
tras de arrojarsele a los pies para besarle las ma- | 20 |
nos. Ella, callando y por señas, le hizo leuantar, | |
y todas estauan como mudas, sin osar hablar, | |
temerosas que su señor las oyesse, lo qual, con- | |
siderado por Loaysa, les dixo que bien podian | |
hablar alto, porque el vnguento con que estaua | 25 |
vntado su señor tenia tal virtud, que, fuera de | |
quitar la vida, ponia a vn hombre como muerto. | |
"Assi lo creo yo", dixo Leonora, "que, si assi | |
no fuera, ya el huuiera despertado veynte ve- | |
zes, segun le hazen de sueño ligero sus muchas | 30 |
indisposiciones; pero despues que le vnté, ron- | |
ca como vn animal." | |
P.39NOVELAS EXEMPLARES
"Pues esso es assi", dixo la dueña, "vamo- | |
nos a aquella sala frontera, donde podremos | |
oyr cantar aqui al señor y regozijarnos vn | |
poco." | |
"Vamos", dixo Leonora; "pero quedese aqui | 5 |
Guiomar por guarda, que nos auise si Carriza- | |
les despierta." | |
A lo qual respondio Guiomar: | |
"Yo, negra, quedo; blancas, van; Dios per- | |
done a todas." | 10 |
Quedose la negra; fueronse a la sala, donde | |
auia vn rico estrado y, cogiendo al señor en | |
medio, se sentaron todas. Y tomando la buena | |
Marialonso vna vela, començo a mirar de arriba | |
a baxo al bueno del musico, y vna dezia: | 15 |
"¡Ay que copete que tiene, tan lindo y tan | |
rizado!" | |
Otra: | |
"¡Ay que blancura de dientes; mal año para | |
piñones mondados que mas blancos ni mas | 20 |
lindos sean!" | |
Otra: | |
"¡Ay que ojos tan grandes y tan rasgados; | |
y por el siglo de mi madre que son verdes, | |
que no parecen sino que son de esmeraldas!" | 25 |
Esta alabaua la boca, aquella los pies, y todas | |
juntas hizieron del vna menuda anotomia y pe- | |
pitoria; sola Leonora callaua y le miraua, y | |
le yua pareciendo de mejor talle que su velado. | |
En esto la dueña tomó la guitarra que tenia | 30 |
el negro y se la puso en las manos de Loaysa, | |
P.40NOVELAS EXEMPLARES
rogandole que la tocasse y que cantasse vnas | |
coplillas que entonces andauan muy validas en | |
Seuilla, que dezian: Madre, la mi madre, guar- | |
das me poneys. Cumpliole Loaysa su desseo. | |
Leuantaronse todas, y se començaron a hazer | 5 |
pedaços baylando. Sabia la dueña las coplas, y | |
cantolas con mas gusto que buena voz, y fue- | |
ron estas: | |
Madre, la mi madre, | |
guardas me poneys; | 10 |
que, si yo no me guardo, | |
no me guardareys. | |
Dizen que esta escrito, | |
y con gran razon, | |
ser la priuacion | 15 |
causa de apetito; | |
crece en infinito | |
encerrado amor; | |
por esso es mejor | |
que no me encerreys: | 20 |
Que si yo, &c. | |
Si la voluntad | |
por si no se guarda, | |
no la haran guarda | |
miedo o calidad; | 25 |
rompera, en verdad, | |
por la misma muerte, | |
hasta hallar la suerte | |
que vos no entendeys: | |
Que si yo, &c. | 30 |
P.41NOVELAS EXEMPLARES
Quien tiene costumbre | |
de ser amorosa, | |
como mariposa | |
se yra tras su lumbre, | |
aunque muchedumbre | 5 |
de guardas le pongan, | |
y aunque mas propongan | |
de hazer lo que hazeys: | |
Que si yo, &c. | |
Es de tal manera | 10 |
la fuerça amorosa, | |
que a la mas hermosa | |
la buelue en quimera; | |
el pecho de cera, | |
de fuego la gana, | 15 |
las manos de lana, | |
de fieltro los pies: | |
Que si yo no me guardo, | |
mal me guardareys. | |
Al fin llegauan de su canto y bayle el corro de | 20 |
las moças, guiado por la buena dueña, quando | |
llegó Guiomar la centinela toda turbada, hirien- | |
do de pie y de mano como si tuuiera alferezia, | |
y con voz entre ronca y baxa dixo: | |
"Despierto señor, señora; y señora, despierto | 25 |
señor, y leuantas y viene." | |
Quien ha visto vanda de palomas estar co- | |
miendo en el campo, sin miedo, lo que agenas | |
manos sembraron, que al furioso estrepito de | |
disparada escopeta se azora y leuanta y, olui- | 30 |
dada del pasto, confusa y atonita, cruza por los | |
P.42NOVELAS EXEMPLARES
ayres, tal se imagine que quedó la vanda y | |
corro de las bayladoras, pasmadas y temerosas, | |
oyendo la no esperada nueua que Guiomar | |
auia traydo; y, procurando cada vna su disculpa | |
y todas juntas su remedio, qual por vna y qual | 5 |
por otra parte, se fueron a esconder por los des- | |
uanes y rincones de la casa, dexando solo al | |
musico, el qual, dexando la guitarra y el canto, | |
lleno de turbacion, no sabia que hazerse. Tor- | |
cia Leonora sus hermosas manos; abofeteauase | 10 |
el rostro, aunque blandamente, la señora Ma- | |
rialonso. En fin, todo era confussion, sobresalto | |
y miedo. Pero la dueña, como mas astuta y | |
reportada, dio orden que Loaysa se entrasse | |
en vn aposento suyo, y que ella y su señora se | 15 |
quedarian en la sala, que no faltaria escusa | |
que dar a su señor, si alli las hallasse. | |
Escondiose luego Loaysa, y la dueña se puso | |
atenta a escuchar si su amo venia, y, no sin- | |
tiendo rumor alguno, cobró animo, y poco a | 20 |
poco, paso ante paso, se fue llegando al apo- | |
sento donde su señor dormia, y oyo que ron- | |
caua como primero y, assegurada de que dor- | |
mia, alcó las faldas y boluio corriendo a pedir | |
albricias a su señora del sueño de su amo, la | 25 |
qual se las mandó de muy entera voluntad. No | |
quiso la buena dueña perder la coyuntura que | |
la suerte le ofrecia de gozar primero que todas | |
las gracias que esta se imaginaua que deuia | |
tener el musico; y assi, diziendole a Leo- | 30 |
nora que esperasse en la sala, en tanto que yua | |
P.43NOVELAS EXEMPLARES
a llamarlo, la dexó y se entró donde el estaua, | |
no menos confuso que pensatiuo, esperando | |
las nueuas de lo que hazia el viejo vntado. | |
Maldezia la falsedad del vnguento, y quexaua- | |
se de la credulidad de sus amigos y del | 5 |
poco aduertimiento que auia tenido en no hazer | |
primero la experiencia en otro, antes de hazerla | |
en Carrizales. | |
En esto llegó la dueña y se asseguró que el | |
viejo dormia a mas y mejor; sosego el pecho, | 10 |
y estuuo atento a muchas palabras amorosas | |
que Marialonso le dixo, de las quales coligio la | |
mala intencion suya, y propuso en si de poner- | |
la por ançuelo para pescar a su señora. | |
Y estando los dos en sus platicas, las demas | 15 |
criadas, que estauan escondidas por diuersas | |
partes de la casa, vna de aqui y otra de alli, | |
boluieron a ver si era verdad que su amo auia | |
despertado; y viendo que todo estaua sepulta- | |
do en silencio, llegaron a la sala donde auian | 20 |
dexado a su señora, de la qual supieron el sue- | |
ño de su amo; y preguntandole por el musico | |
y por la dueña, les dixo donde estauan, y todas, | |
con el mismo silencio que auian traydo, se lle- | |
garon a escuchar por entre las puertas lo que | 25 |
entrambos tratauan; no faltó de la junta Guio- | |
mar la negra; el negro si, porque assi como oyo | |
que su amo auia despertado, se abracó con su | |
guitarra y se fue a esconder en su pajar, y cu- | |
bierto con la manta de su pobre cama, sudaua | 30 |
P.44NOVELAS EXEMPLARES
y trasudaua de miedo; y con todo esso no de- | |
xaua de tentar las cuerdas de la guitarra, ¡tanta | |
era (encomendado el sea a Sathanas) la aficion | |
que tenia a la musica! | |
Entreoyeron las moças los requiebros de la | 5 |
vieja, y cada vna le dixo el nombre de las Pas- | |
cuas: ninguna la lamó vieja, que no fues- | |
se con su epitecto y adjetiuo de hechizera y | |
de barbuda, de antojadiza y de otros, que por | |
buen respecto se callan; pero lo que mas risa | 10 |
causara a quien entonces las oyera, eran las ra- | |
zones de Guiomar la negra, que por ser portu- | |
guessa, y no muy ladina, era estraña la gracia | |
con que la vituperaua. En efeto, la conclusion | |
de la platica de los dos fue que el condecende- | 15 |
ria con la voluntad della, quando ella primero | |
le entregasse a toda su voluntad a su señora. | |
Cuesta arriba se le hizo a la dueña ofrezer lo que | |
el musico pedia, pero a trueco de cumplir el | |
desseo, que ya se le auia apoderado del alma y | 20 |
de los huessos y medulas del cuerpo, le prome- | |
tiera los impossibles que pudieran imaginarse. | |
Dexole, y salio a hablar a su señora; y como | |
vio su puerta rodeada de todas las criadas, les | |
dixo que se recogiessen a sus aposentos, que | 25 |
otra noche auria lugar para gozar con menos | |
o con ningun sobresalto del musico, que ya | |
aquella noche el alboroto les auia aguado el | |
gusto. Bien entendieron todas que la vieja se | |
P.45NOVELAS EXEMPLARES
queria quedar sola; pero no pudieron dexar de | |
obedecerla, porque las mandaua a todas. Fue- | |
ronse las criadas, y ella acudio a la sala a per- | |
suadir a Leonora acudiesse a la voluntad de | |
Loaysa, con vna larga y tan concertada arenga, | 5 |
que parecio que de muchos dias la tenia es- | |
tudiada. Encareciole su gentileza, su valor, su | |
donayre y sus muchas gracias. Pintole de | |
quanto mas gusto le serian los abraços del | |
amante moço que los del marido viejo, assegu- | 10 |
randole el secreto y la duracion del deleyte, con | |
otras cosas semejantes a estas, que el demonio | |
le puso en la lengua, llenas de colores retoricos, | |
tan demonstratiuos y eficazes, que mouieran | |
no solo el coraçon tierno y poco aduertido de la | 15 |
simple e incauta Leonora, sino el de vn endu- | |
recido marmol. ¡O dueñas, nacidas y vsadas en | |
el mundo para perdicion de mil recatadas y | |
buenas intenciones! ¡O luengas y repulgadas | |
tocas, escogidas para autorizar las salas y los | 20 |
estrados de señoras principales, y quan al reues | |
de lo que deuiades vsays de vuestro casi ya | |
forçoso oficio! | |
En fin, tanto dixo la dueña, tanto persuadio | |
la dueña, que Leonora se rindio, Leonora se | 25 |
engañó y Leonora se perdio, dando en tierra | |
con todas la preuenciones del discreto Carri- | |
zales, que dormia el sueño de la muerte de | |
su honra. Tomó Marialonso por la mano a su | |
P.46NOVELAS EXEMPLARES
señora y, casi por fuerça, preñados de lagrimas | |
los ojos, la lleuó donde Loaysa estaua y, | |
echandoles la bendicion con vna risa falsa de | |
demonio, cerrando tras si la puerta, los dexó | |
encerrados, y ella se puso a dormir en el es- | 5 |
trado, o, por mejor dezir, a esperar su contento | |
de recudida. Pero como el desuelo de las pas- | |
sadas noches la venciesse, se quedó dormida | |
en el estrado. | |
Bueno fuera en esta sazon preguntar a Ca- | 10 |
rrizales, a no saber que dormia, que adonde es- | |
tauan sus aduertidos recatos, sus rezelos, sus | |
aduertimientos, sus persuasiones, los altos mu- | |
ros de su casa, el no auer entrado en ella, ni | |
aun en sombra, alguien que tuuiesse nombre | 15 |
de varon; el torno estrecho, las gruesas paredes, | |
las ventanas sin luz, el encerramiento notable, | |
la gran dote en que a Leonora auia dotado, los | |
regalos continuos que la hazia, el buen trata- | |
miento de sus criadas y esclauas, el no faltar vn | 20 |
punto a todo aquello que el imaginaua que | |
auian menester, que podian dessear. Pero ya | |
queda dicho que no auia para que preguntar- | |
selo, porque dormia mas de aquello que fuera | |
menester. Y si el lo oyera y acaso respondiera, | 25 |
no podia dar mejor respuesta que encoger los | |
ombros y enarcar las cejas, y dezir: "Todo aques- | |
so derribó por los fundamentos la astucia, a lo | |
que yo creo, de vn moço holgazan y vicioso, y | |
P.47NOVELAS EXEMPLARES
la malicia de vna falsa dueña, con la inaduer- | |
tencia de vna muchacha rogada y persuadida." | |
Libre Dios a cada vno de tales enemigos, | |
contra los quales no ay escudo de prudencia | |
que defienda, ni espada de recato que corte; | 5 |
pero con todo esto, el valor de Leonora fue tal, | |
que en el tiempo que mas le conuenia, le mos- | |
tro contra las fuerças villanas de su astuto en- | |
gañador; pues no fueron bastantes a vencerla, | |
y el se cansó embalde y ella quedó vencedora | 10 |
y entrambos dormidos. | |
Y en esto ordenó el cielo que, a pesar del | |
vnguento, Carrizales despertasse y, como tenia | |
de costumbre, tento la cama por todas partes, | |
y no hallando en ella a su querida esposa, saltó | 15 |
de la cama despauorido y atonito, con mas lige- | |
reza y denuedo que sus muchos años prome- | |
tian; y quando en el aposento no halló a su es- | |
posa, y le vio abierto y que le faltaua la llaue | |
de entre los colchones, penso perder el juyzio. | 20 |
Pero reportandose vn poco, salio al corre- | |
dor, y de alli, andando pie ante pie por no ser | |
sentido, llegó a la sala donde la dueña dormia | |
y, viendola sola sin Leonora, fue al aposento de | |
la dueña, y abriendo la puerta muy quedo, vio | 25 |
lo que nunca quisiera auer visto; vio lo que die- | |
ra por bien empleado no tener ojos para verlo: | |
vio a Leonora en braços de Loaysa, durmiendo | |
tan a sueño suelto, como si en ellos obrara la | |
virtud del vnguento, y no en el zeloso anciano. | 30 |
Sin pulsos quedó Carrizales con la amarga | |
P.48NOVELAS EXEMPLARES
vista de lo que miraua, la voz se le pegó a la | |
garganta, los braços se le cayeron de desma- | |
yo, y quedó hecho vna estatua de marmol frio; | |
y aunque la colera hizo su natural oficio, aui- | |
uandole los casi muertos espiritus, pudo tanto | 5 |
el dolor, que no le dexó tomar aliento; y con | |
todo esso tomara la vengança que aquella gran- | |
de maldad requeria, si se hallara con armas para | |
poder tomarla; y assi determinó boluerse a su | |
aposento a tomar vna daga, y boluer a sacar las | 10 |
manchas de su honra con sangre de sus dos | |
enemigos, y aun con toda aquella de toda la | |
gente de su casa. Con esta determinacion hon- | |
rosa y necessaria, boluio con el mismo silencio | |
y recato que auia venido a su estancia, donde | 15 |
le apreto el coraçon tanto el dolor y la angus- | |
tia, que, sin ser poderoso a otra cosa, se dexó | |
caer desmayado sobre el lecho. | |
Llegose en esto el dia, y cogio a los nueuos | |
adulteros enlazados en la red de sus braços; des- | 20 |
perto Marialonso, y quiso acudir por lo que a su | |
parecer le tocaua; pero viendo que era tarde, | |
quiso dexarlo para la venidera noche. Alboro- | |
tose Leonora viendo tan entrado el dia, y mal- | |
dixo su descuydo y el de la maldita dueña, y | 25 |
las dos, con sobresaltados pasos, fueron donde | |
estaua su esposo, rogando entre dientes al cie- | |
lo que le hallassen todavia roncando, y quando | |
le vieron encima de la cama callando, cre- | |
yeron que todavia obraua la vntura, pues dor- | 30 |
mia, y con gran regozijo se abraçaron la vna a | |
P.49NOVELAS EXEMPLARES
la otra. Llegose Leonora a su marido, y assien- | |
dole de vn braço, le boluio de vn lado a otro, | |
por ver si despertaua, sin ponerles en necessi- | |
dad de lauarle con vinagre, como dezian era | |
menester, para que en si boluiesse. Pero, con el | 5 |
mouimiento, boluio Carrizales de su desmayo, | |
y dando vn profundo suspiro, con vna voz la- | |
mentable y desmayada dixo: | |
"¡Desdichado de mi, y a que tristes terminos | |
me ha traydo mi fortuna!" | 10 |
No entendio bien Leonora lo que dixo su es- | |
poso, mas como le vio despierto y que hablaua, | |
admirada de ver que la virtud del vnguento | |
no duraua tanto como auian significado, se | |
llegó a el, y poniendo su rostro con el suyo, | 15 |
teniendole estrechamente abraçado, le dixo: | |
"¿Que teneys, señor mio, que me parece que | |
os estays quexando?" | |
Oyo la voz de la dulce enemiga suya el des- | |
dichado viejo, y, abriendo los ojos desencasa- | 20 |
damente, como atonito y embelesado, los | |
puso en ella, y con grande ahinco, sin mouer | |
pestaña, la estuuo mirando vna gran pieça, al | |
cabo de la qual le dixo: | |
"Hazedme plazer, señora, que luego luego | 25 |
embieys a llamar a vuestros padres de mi par- | |
te, porque siento no se que en el coraçon, que | |
me da grandissima fatiga, y temo que breue- | |
mente me ha de quitar la vida, y querrialos ver | |
antes que me muriesse." | 30 |
P.50NOVELAS EXEMPLARES
Sin duda creyo Leonora ser verdad lo que su | |
marido le dezia, pensando antes que la fortale- | |
za del vnguento, y no lo que auia visto, le te- | |
nia en aquel trance, y respondiendole que | |
haria lo que la mandaua, mandó al negro que | 5 |
luego al punto fuesse a llamar a sus padres; y, | |
abraçandose con su esposo, le hazia las mayo- | |
res caricias que jamas le auia hecho, preguntan- | |
dole que era lo que sentia, con tan tiernas y | |
amorosas palabras, como si fuera la cosa del | 10 |
mundo que mas amaua. El la miraua con el | |
embelesamiento que se ha dicho, siendole cada | |
palabra o caricia que le hazia, vna lançada que | |
le atrauesaua el alma. | |
Ya la dueña auia dicho a la gente de casa y | 15 |
a Loaysa la enfermedad de su amo, encarecien- | |
doles que deuia de ser de momento, pues | |
se le auia oluidado de mandar cerrar las puer- | |
tas de la calle quando el negro salio a llamar a | |
los padres de su señora; de la qual embaxada | 20 |
assimismo se admiraron, por no auer entrado | |
ninguno dellos en aquella casa despues que | |
casaron a su hija. En fin, todos andauan calla- | |
dos y suspensos, no dando en la verdad de la | |
causa de la indisposicion de su amo, el qual, | 25 |
de rato en rato, tan profunda y dolorosamente | |
suspiraua, que con cada suspiro parecia arran- | |
carsele el alma. Lloraua Leonora por verle de | |
aquella suerte, y reiase el con vna risa de per- | |
sona que estaua fuera de si, considerando la | 30 |
falsedad de sus lagrimas. | |
P.51NOVELAS EXEMPLARES
En esto llegaron los padres de Leonora, y | |
como hallaron la puerta de la calle y la del pa- | |
tio abiertas, y la casa sepultada en silencio y | |
sola, quedaron admirados y con no pequeño | |
sobresalto. Fueron al aposento de su yerno, y | 5 |
hallaronle como se ha dicho, siempre clauados | |
los ojos en su esposa, a la qual tenia assida de | |
las manos, derramando los dos muchas lagri- | |
mas, ella con no mas ocasion de verlas derra- | |
mar a su esposo, el por ver quan fingidamente | 10 |
ella las derramaua. Assi como sus padres en- | |
traron, habló Carrizales y dixo: | |
"Sientense aqui vuessas mercedes, y todos | |
los demas dexen desocupado este aposento, y | |
solo quede la señora Marialonso." | 15 |
Hizieronlo assi, y quedando solos los cinco, | |
sin esperar que otro hablasse, con sossegada | |
voz, limpiandose los ojos, desta manera dixo | |
Carrizales: | |
"Bien seguro estoy, padres y señores mios, | 20 |
que no sera menester traeros testigos para que | |
me creays vna verdad que quiero deziros. Bien | |
se os deue acordar--que no es possible se os | |
aya caydo de la memoria--con quanto amor, | |
con quan buenas entrañas haze oy vn año, vn | 25 |
mes, cinco dias y nueue horas, que me entre- | |
gastes a vuestra querida hija por legitima mu- | |
ger mia. Tambien sabeys con quanta liberali- | |
dad la doté, pues fue tal la dote, que mas de | |
tres de su misma calidad se pudieran casar con | 30 |
opinion de ricas. Assimismo se os deue acordar | |
la diligencia que puse en vestirla y adornarla | |
P.52NOVELAS EXEMPLARES
de todo aquello que ella se acerto a dessear y | |
yo alcancé a saber que le conuenia. Ni mas ni | |
menos aueys visto, señores, como, lleuado de | |
mi natural condicion y temeroso del mal de | |
que sin duda he de morir, y experimentado por | 5 |
mi mucha edad en los estraños y varios acaes- | |
cimientos del mundo, quise guardar esta joya | |
que yo escogi y vosotros me distes con el | |
mayor recato que me fue possible: alcé las mu- | |
rallas desta casa, quité la vista a las ventanas | 10 |
de la calle, doblé las cerraduras de las puertas, | |
pusele torno como a monasterio, desterre per- | |
petuamente della todo aquello que sombra o | |
nombre de varon tuuiesse; dile criadas y escla- | |
uas que la siruiessen, ni les negue a ellas ni a | 15 |
ella quanto quisieron pedirme; hizela mi ygual, | |
comuniquele mis mas secretos pensamientos, | |
entreguela toda mi hazienda. Todas estas eran | |
obras para que, si bien lo considerara, yo vi- | |
uiera seguro de gozar sin sobresalto lo que tan- | 20 |
to me auia costado, y ella procurara no darme | |
ocasion a que ningun genero de temor zeloso | |
entrara en mi pensamiento. Mas como no se | |
puede preuenir con diligencia humana el cas- | |
tigo que la voluntad diuina quiere dar a los que | 25 |
en ella no ponen del todo en todo sus desseos | |
y esperanças, no es mucho que yo quede de- | |
fraudado en las mias, y que yo mismo aya sido | |
el fabricador del veneno que me va quitando | |
la vida. Pero porque veo la suspension en que | 30 |
P.53NOVELAS EXEMPLARES
todos estays, colgados de las palabras de mi | |
boca, quiero concluyr los largos preambulos | |
desta platica, con deziros en vna palabra lo que | |
no es possible dezirse en millares dellas. Digo, | |
pues, señores, que todo lo que he dicho y hecho | 5 |
ha parado en que esta madrugada hallé a esta, | |
nacida en el mundo para perdicion de mi sos- | |
siego y fin de mi vida--y esto señalando a su | |
esposa--en los braços de vn gallardo mance- | |
bo, que en la estancia desta pestifera dueña | 10 |
aora esta encerrado." | |
Apenas acabó estas vltimas palabras Carri- | |
zales, quando a Leonora se le cubrio el cora- | |
çon, y en las mismas rodillas de su marido se | |
cayo desmayada. Perdio la color Marialonso, | 15 |
y a las gargantas de los padres de Leonora se | |
les atraueso vn nudo que no les dexaua hablar | |
palabra. Pero prosiguiendo adelante Carriza- | |
les, dixo: | |
"La vengança que pienso tomar desta afrenta, | 20 |
no es ni ha de ser de las que ordinariamente | |
suelen tomarse. Pues quiero que, assi como yo | |
fuy estremado en lo que hize, assi sea la ven- | |
gança que tomaré, tomandola de mi mismo, | |
como del mas culpado en este delito, que deuie- | 25 |
ra considerar que mal podian estar ni com- | |
padecerse en vno los quinze años desta mu- | |
chacha con los casi ochenta mios. Yo fuy el | |
que, como el gusano de seda, me fabriqué la | |
casa donde muriesse, y a ti no te culpo, ¡o niña | 30 |
mal aconsejada!--y diziendo esto se inclinó, y | |
besó el rostro de la desmayada Leonora--, no | |
P.54NOVELAS EXEMPLARES
te culpo, digo, porque persuasiones de viejas | |
taymadas, y requiebros de moços enamorados, | |
facilmente vencen y triunfan del poco ingenio | |
que los pocos años encierran. Mas porque todo | |
el mundo vea el valor de los quilates de la vo- | 5 |
luntad y fe con que te quise, en este vltimo | |
tranze de mi vida quiero mostrarlo de modo | |
que quede en el mundo por exemplo, si no de | |
bondad, al menos de simplicidad jamas oyda | |
ni vista; y assi quiero que se trayga luego aqui | 10 |
vn escriuano, para hazer de nueuo mi testa- | |
mento, en el qual mandaré doblar la dote a | |
Leonora, y le rogaré que, despues de mis dias, | |
que seran bien breues, disponga su voluntad, | |
pues lo podra hazer sin fuerça, a casarse con | 15 |
aquel moço a quien nunca ofendieron las canas | |
deste lastimado viejo; y assi vera que, si viuien- | |
do, jamas sali vn punto de lo que pude pensar | |
ser su gusto, en la muerte hago lo mismo, y | |
quiero que le tenga con el que ella deue de | 20 |
querer tanto. La demas hazienda mandaré a | |
otras obras pias; y a vosotros, señores mios, | |
dexaré con que podays viuir honradamente lo | |
que de la vida os queda. La venida del escriuano | |
sea luego, porque la passion que tengo me | 25 |
aprieta de manera, que, a mas andar, me va | |
acortando los pasos de la vida." | |
Esto dicho, le sobreuino vn terrible desma- | |
yo, y se dexó caer tan junto de Leonora, que | |
P.55NOVELAS EXEMPLARES
se juntaron los rostros: estraño y triste espec- | |
taculo para los padres, que a su querida hija | |
y a su amado yerno mirauan. No quiso la mala | |
dueña esperar a las reprehensiones que penso | |
le darian los padres de su señora; y assi se | 5 |
salio del aposento y fue a dezir a Loaysa | |
todo lo que passaua, aconsejandole que luego | |
al punto se fuesse de aquella casa, que ella | |
tendria cuydado de auisarle con el negro lo | |
que sucediesse, pues ya no auia puertas ni | 10 |
llaues que lo impidiessen. Admirose Loaysa | |
con tales nueuas, y, tomando el consejo, boluio | |
a vestirse como pobre y fuesse a dar cuenta a | |
sus amigos del estraño y nunca visto sucesso | |
de sus amores. | 15 |
En tanto, pues, que los dos estauan transpor- | |
tados, el padre de Leonora embio a llamar a | |
vn escriuano amigo suyo, el qual vino a tiempo | |
que ya auian buelto hija y yerno en su acuerdo. | |
Hizo Carrizales su testamento en la manera que | 20 |
auia dicho, sin declarar el yerro de Leonora, | |
mas de que por buenos respectos le pedia y | |
rogaua se casasse, si acaso el muriesse, con | |
aquel mancebo que el la auia dicho en se- | |
creto. Quando esto oyo Leonora, se arrojó a los | 25 |
pies de su marido y, saltandole el coraçon en | |
el pecho, le dixo: | |
"Viuid vos muchos años, mi señor y mi bien | |
todo; que puesto caso que no estays obligado | |
a creerme ninguna cosa de las que os dixere, | 30 |
P.56NOVELAS EXEMPLARES
sabed que no os he ofendido sino con el pen- | |
samiento", y començando a disculparse y a | |
contar por estenso la verdad del caso, no pudo | |
mouer la lengua y boluio a desmayarse. | |
Abraçola assi, desmayada, el lastimado viejo; | 5 |
abraçaronla sus padres; lloraron todos tan amar- | |
gamente, que obligaron y aun forçaron a que | |
en ellas les acompañasse el escriuano que hazia | |
el testamento, en el qual dexó de comer a to- | |
das las criadas de casa, horras las esclauas y el | 10 |
negro, y a la falsa de Marialonso no le mandó | |
otra cosa que la paga de su salario; mas sea lo | |
que fuere, el dolor le apreto de manera, que al | |
seteno dia le lleuaron a la sepultura. | |
Quedó Leonora viuda, llorosa y rica; y quan- | 15 |
do Loaysa esperaua que cumpliesse lo que ya | |
el sabia que su marido en su testamento dexaua | |
mandado, vio que dentro de vna semana se en- | |
tró monja en vno de los mas recogidos monas- | |
terios de la ciudad; el, despechado y casi co- | 20 |
rrido, se passo a las Indias. Quedaron los padres | |
de Leonora tristissimos, aunque se consolaron | |
con lo que su yerno les auia dexado y mandado | |
por su testamento. Las criadas se consolaron | |
con lo mismo, y las esclauas y esclauo con la | 25 |
libertad, y la maluada de la dueña, pobre y | |
defraudada de todos sus malos pensamientos; | |
y yo quedé con el desseo de llegar al fin deste | |
sucesso, exemplo y espejo de lo poco que ay | |
que fiar de llaues, tornos y paredes quando | 30 |
P.57NOVELAS EXEMPLARES
queda la voluntad libre, y de lo menos que ay | |
que confiar de verdes y pocos años, si les andan | |
al oydo exortaciones destas dueñas de mongil | |
negro y tendido y tocas blancas y luengas. Solo | |
no se que fue la causa que Leonora no puso | 5 |
mas ahinco en desculparse y dar a entender a | |
su zeloso marido quan limpia y sin ofensa auia | |
quedado en aquel sucesso; pero la turbacion le | |
ató la lengua, y la priessa que se dio a morir su | |
marido, no dio lugar a su disculpa. | 10 |